Los competidores llevan una diadema negra con sensores que se asemejan tentáculos estirados sobre sus frentes y tratan de fijar sus pensamientos en conseguir que los drones hagan los movimientos que ellos desean. Así es esta prueba con drones controlados mediante ondas cerebrales que ahora podéis ver en vídeo.
En total fueron 16 personas las que participaron en el experimento en Florida (Estados Unidos). Se le colocó a cada una de ellas una banda especial en la cabeza que transmitía sus pensamientos bien a un dron o a otro dispositivo tele-dirigido. La banda, conocida como EEG Headset, se calibra para identificar la actividad eléctrica asociada con ciertos pensamientos y los transmite a para que, por ejemplo, se empuje una silla colocada en el suelo.
Así se hizo la primera carrera de drones controlados por impulsos nerviosos del mundo. En la que estos 16 pilotos utilizaron tan solo su fuerza de voluntad para conducir los drones a través de una cancha de baloncesto. Esta tecnología de control mediante el cerebro está orientada principalmente para fines médicos y ya está ayudando a personas con parálisis que son capaces de mover sus extremidades y prótesis robóticas.
Los modelos utilizados de EEG Headset tenían un coste de aproximadamente 500 dólares cada uno. Cada uno de estos dispositivos se calibra para identificar la actividad eléctrica asociada con los pensamientos particulares del cerebro de cada usuario. Los programadores escriben código para traducir estas señales en comandos que los ordenadores interpretan y envían a los drones.
A medida que nuestras vidas se vuelven cada vez más dependientes de dispositivos habilitados para Internet, un concepto que se conoce como el Internet de las cosas, el profesor Juan Gilbert y su equipo quieren saber cómo los dispositivos de control mental pueden ampliar y cambiar nuestra forma de jugar, trabajar y vivir.
Así ya es posible utilizar la mente para desbloquear el coche, o explorar un mundo virtual, con las manos libres. También los investigadores están estudiando si se puede usar la mente de un conductor para activar un dispositivo de seguridad que le diga cuando está demasiado cansado para conducir.
Hasta el momento, esta investigación se ha realizado principalmente para ayudar a las personas discapacitadas a recuperar la libertad de movimiento. Recientemente, un hombre de Ohio usando sólo sus pensamientos fue capaz de mover su mano paralizada gracias a un chip implantado en su cerebro.
Una investigación sin duda prometedora que ayudará a muchas personas a llevar una vida mejor. De este modo los drones controlados mediante ondas cerebrales, podrán ser una realidad que se pueda implantar a corto plazo.
