¿Hasta donde llegaran los drones? una pregunta que hago siempre cuando leo una noticia mas sobre estos bichos que están ocupando poco a poco mas espacio de nuestro día a día.
Hace poco era algo de ciencia ficción poder manejar un objeto volador pero el poder de la tecnología hace cada sueno una realidad. Para volar un dron siempre se necesita un piloto ya que las instrucciones están enviadas al dron a través del mando a distancia conectado al dron. Mientras el cerebro del dron siempre se queda en tierra su eficiencia depende de la calidad de la connexion entre el cerebro y su base.
¿Qué pasara si hay un fallo de conectividad? este era el dilema que un equipo de investigadores de IBM en Estados Unidos quería resolver y no se le ha ocurrido mejor idea que poner uno de estos drones inteligentes a jugar al tenis de mesa. La elección del ping pong no fue al azar y no tenia como objetivo crear un dron que practica deporte. fue porque el ping pong ofrecía “un banco de pruebas muy interesante” para probar que los drones con inteligencia a bordo pueden ser una realidad. Si llegan a crear drones inteligentes, esto significara un avance uy significativo en el uso de drones ya que podrían servir para explorar zonas remotas o llevar a cabo operaciones de búsqueda y rescate.
Los investigadores de IBM escogieron un dron ya existente, un IRIS+, para tunearlo a fondo. Reprogramaron la placa del procesador, instalaron placas de Raspberry Pi (un ordenador de placa reducida usado en clases de secundaria) para el procesamiento a bordo, y una serie de cámaras para dotarlo de un sistema de visión, además de sensores ultrasónicos y unos beacons luminosos (una especie de balizas que emiten señales) para ayudar a seguirlo.
Según los investigadores, lo más difícil no ha sido entrenar al dron, sino dotarlo de un sistema de visión independiente para que navegue por derecho propio. usaron un sistema que simulaba un GPS [basado en Kinect] para saber dónde estaba exactamente el dron a cada momento. Ese sistema, una vez mejorado, es el que permitirá que el dron deje su espacio de confort, la mesa de ping pong, para aventurarse en zonas peligrosas o inaccesibles para los humanos.
Los investigadores estiman que este dron inteligente, una vez que se hará realidad, tendrá muchas tareas que aun no están asignadas a drones convencionales ya que sera capaz de evaluar los daños tras un terremoto y guiar a los equipos de rescate.